Cómo relajarme al final del día

¡Hola a todas y a todos!

Cada vez soy más consciente de que nos pasamos la vida mirando el reloj. Vamos con prisa a todas partes, corremos para ir al trabajo, para llevar a los niños al colegio, para hacer la compra y estiramos cada minuto al máximo un día tras otro.

Intentamos bajar el ritmo, percibimos la necesidad de parar un poco, pero la cosa se complica y los astros se alinean para que nuevamente acabemos corriendo como pollo sin cabeza y no sabemos cómo, son las 10 de noche y aún estamos dando vueltas por la casa de un lado a otro.

 Sé que muchas y muchos os sentís identificados con estas palabras, que os suena a cotidiano. Por eso, por la experiencia propia, sé que cuando llega el final del día ese ratito de paz y de calma no es sólo importante, es necesario y casi vital,  a que tengo razón?

De eso va el post de esta semana, de crear ese espacio que nos permita sentir todas esas cosas cuando cae la noche y nuestro cuerpo ya no puede más.

¿Cómo lo podemos conseguir? ¿Cuál es el mejor espacio para lograr esa calma que necesito?

 

Os cuento mi experiencia como profesional, como madre trabajadora y, sobre todo, como mujer estresada que llega al final del día como una moto Vespa.

Cuántas veces al cabo de la semana pensamos “¡qué ganas tengo de coger la cama!”

Y, ¿dónde está la cama? Exactamente, en nuestro dormitorio, de ahí la gran importancia que tiene ese espacio en nuestra vida.

Uno de nuestros últimos proyectos, ha sido un dormitorio donde hemos trabajado  4 objetivos. Cada uno de ellos con el fin de conseguir que ese espacio, al final del día, nos ayude a relajarnos y a descansar.

 

Nuestros OBJETIVOS:

1-      Que el espacio transmita calma.

2-      Que el cliente se sienta relajado solo con entrar la habitación.

3-      Transmitir sensualidad.

4-      Crear un espacio cálido y dulce.

 

Si un espacio te transmite todo esto, ¿crees que podrás desconectar después de un día maratoniano? Te aseguro que sí.

 

¿Cómo conseguimos la calma?

Utilizando tonos suaves, sosegados. Nada de colores estridentes ni llamativos.  Los mejores aliados son, sin duda, los tonos pastel: rosas, verdes, azules.

Si lo que quieres es calma, no te recomiendo colores fuertes, ni en paredes, ni en textiles. No te ayudará a rebajar tu estrés interno.

 


¿Cómo conseguimos que la sensación que nos transmita la habitación sea de relajación?

Pues muy sencillo. Ya tenemos los colores correctos elegidos, ahora toca que todo esté en orden. Parece obvio, pero es fundamental. Si, cuando entro en mi dormitorio, veo la ropa tirada en una butaca, el armario abierto con ropa mal doblada, la cama si  hacer, la mesita de noche desordenada, los cojines cada uno por un lado, ¿es posible la relajación total?.


 Para poder mantener el orden y que realmente logremos nuestro objetivo debemos conseguir que cada elemento tenga su sitio, adquirir una serie de hábitos que nos permitan mantener ese orden tan necesario en nuestra habitación. Te invito a hacer una prueba.

Deja la habitación desordenada por la mañana y entra cuando llegue el final del día, ¿qué sientes? Ahora, haz la prueba contraria. Deja la habitación totalmente ordenada, la cama hecha con los cojines bien puestos, la ropa recogida, ¿qué sientes ahora al entrar?

 

¿Lo notas, verdad? Todo ayuda en el proceso de relajación físico y mental.

 

¿Cómo conseguimos la sensualidad?

Pues con las texturas y las formas. En este proyecto en concreto, hemos usado textiles variados, como el terciopelo, el lino, el satén, ¿a quién no le resulta sexy el satén? Una sábana bajera de satén en verano es una maravilla para los sentidos. La forma de la lámpara, con curvas, y las láminas que incitan a la ternura y al amor. Por supuesto, el rosa es un gran aliado para transmitir esta sensación.



 

¿Cómo conseguimos la calidez?

Utilizando materiales nobles como la madera. En este caso el papel pintado ha sido también un foco importante para lograr este objetivo. Aunque lo más importante es una correcta iluminación. Colocar puntos de luz indirecta, luces con tonos cálidos y correctamente ubicados.




Espero haberte dado ese empujoncito para crea tu pequeño espacio de relajación y disfrute tan necesario cuando el día llega a su fin.

 

RECUERDA: Porque tú lo vales, quieres y puedes.

 

Suscríbete a nuestra a nuestro Blog y recibe nuestro post semanal directamente salido del horno para ti.

 

Leave a comment

× ¿Cómo puedo ayudarte?