Alfonso y Pedro de Quantum energía verde se querían mudar de oficina y habían adquirido una nave totalmente en bruto, antigua y sin vida pero que ofrecía multitud de posibilidades de diseño. En este proyecto, abordamos la reforma integral de su oficina.
Cuando visitamos su antigua oficina, como en todas las visitas, nos percatamos de todas las necesidades básicas que teníamos que incluir en su nueva sede; una oficina pensada para favorecer la dinámica de trabajo en equipo y un clima amigable para largas jornadas de trabajo, que conformara no solo la estética, sino también la ergonomía y la practicidad.
Al ser una empresa de energías renovables, tuvimos muy claro cuál iba a ser nuestra paleta de color: el verde para tapicería y vegetación, la madera presente en el suelo y algunos elementos decorativos y por último el blanco polar, representado en el mobiliario principal.
La distribución del espacio se diferenciaba en departamento técnico y departamento comercial, administración, sala de reuniones, office y recepción. Con nuestra filosofía “Activity based working” quisimos optimizar al máximo el espacio a través de un uso correcto de cada área, implantando el mobiliario adecuado en función de la actividad que se iba a realizar en cada zona.
En los departamentos tanto técnico como comercial, era necesario potenciar el trabajo en equipo, por ello nuestra elección de los espacios de trabajo fueron Bench de 4 cuatro puestos enfrentados de 160×80 cm cada uno, equipados con bucs rodantes con colchonetero incorporado, usado también como asiento para hacer más cómoda la interacción con el compañero. Al ser un espacio donde el ruido iba a ser protagonista del día a día, cuidar la acústica fue un papel clave durante el proceso, por ello incorporamos a los bench unos separadores frontales acústicos a desnivel que permitieran la absorción en su mayoría del ruido. Otro aspecto fundamental a cuidar fue la canalización de la electrificación, añadiendo a las mesas registros para los enchufes en la tapa y bandejas que guiaran la electrificación hasta pared, de tal forma que no hubiera ningún cable por el suelo. Para las sillas operativas, nos decantamos por una silla que acompañara al movimiento de la espalda mientras se trabajaba, equipada con apoyo lumbar y brazos regulables en altura.
En la zona de administración sin embargo, era un espacio en el que sólo iba a trabajar una persona, por lo que sugerimos una mesa en la misma línea de diseño que las anteriores, pero individual y en forma de L, consiguiendo una amplia y cómoda superficie de trabajo.
En la sala de reuniones, elegimos una mesa rectangular de 210 x 120 cm amplia para 8 personas, con la electrificación empotrada a tapa cuidando la visibilidad del cableado, y sillas de carcasa de polipropileno con asiento tapizado con estructura de varilla.
Para el comedor, implantamos una mesa cuadrada de 140×140 cm pensada para dar cabida a 8 personas y sillas de polipropileno.
En último lugar, la recepción, donde quisimos adecuar un espacio de espera con un sofá de 2 plazas y una mesita auxiliar, acompañados además de la vegetación tan característica del diseño.
Con todo ello, conseguimos una oficina ergonómica, pensada para el trabajador y funcional, pensada para el tipo de actividad que se realizara en cada zona.
